Arriba los Ánimos!
Era jueves 7 de junio y nos
preparamos a ir a nuestra salida de campo, la impaciencia rondaba en aire y la
lluvia que acompañaba nuestra espera no era la más alentadora; pero aun así, al
momento de salir, la alegría era parte de nuestro equipaje. Más tarde, a la
llegada de nuestro bus, nuestros ánimos decayeron un poco, aquel bus que nos
llevaría a recorrer por el país, parecía que apenas y se pudiera mantener en
pie.
Yo tuve el presentimiento
que algo extraño ir a pasar, pero lo ignoré y me dispuse a disfrutar del viaje,
mas tarde mis presentimientos se hicieron realidad: aquel bus que me generó tal
desconfianza, como por arte de magia, se varó. Dos horas de aburrimiento
soportamos en aquel punto en el medio de la nada; dormir y hablar fue nuestra
única actividad hasta que el conductor,
de forma muy temporal, pudo ponernos de
nuevo en marcha.
La solución fue un llamar a
un mecánico, pero este debía venir de Medellín, por lo cual y o
gran problema no se podía apagar el bus, porque no se podía volve a prender pues he a ahí nuestro calvario, nos dieron la noticia
de que tenía que llamar a un mecánico y
este debía venir desde Medellín, por lo cual nuestro viaje se atrasó
otras horas.
La única comida que había era
la que traíamos para el viaje, pero el hambre se apoderaba de nosotros por lo
cual, en un gesto de solidaridad, nuestros profesores fueron por algo de comida
a un pueblo cercano. Esa comida fue un gran consuelo para la espera eterna que esperábamos,
yo me sentía aburrida y simplemente no encontraba que hacer, pero después de un
tiempo nuestro viaje pudo continuar.
Nuestra travesia a Coveñas
continuo sin mayor problema, almorzamos, hablamos y disfrutamos el resto del
viaje. Después de todo, pudimos llegar; nos acomodamos en el hotel, el cual no
me pareció muy bueno, los cuartos no eran los mejores y la comida era fría. . Pues estábamos muy aburridos, cansados de
todo lo que nos había pasado; y pues no
eran las mejores habitaciones. Lo mejor de esa noche, fue la parranda
vallenata, su ritmo pegajoso hizo que me olvidara de todo lo malo que pasó y me
divirtiera.
El dia siguiente, parecía ser
mucho mejor, el clima estaba excelente y estaba muy animada. La primera
actividad fue kayak en la ciénaga, que disfrute y con la cual me divertí, luego
comimos seviche en la casa flotante, estaba delicioso. En la tarde, pudimos
disfrutar en la playa, con los juegos del mar y
fotografiando todos los momentos. El tiempo en la playa, se fue como el
viento; ya era hora de partir hacia el Parque Aventura Roca Madre.
Durante el viaje me
preparaba para la difícil tarea que seguía, debíamos subir nuestras maletas
desde el pueblo hasta el parque. La subida fue toda una travesia, solo quería llegar
y dormir. Al final, y después de mucho esfuerzo, pudimos llegar; la zona de
camping estaba lista, solo la acomodamos con nuestras cosas, el calor de cuatro
personas en un espacio tan pequeño parecía un gran problema para poder dormir,
pero al final dormimos sin problemas.
El avistamiento de aves fue al
dia siguiente, era mas arriba del campamento, lugar donde se encontraba la
fauna de roca madre, desafortunadamente los animales no salieron a causa de todos
los que fuimos al recorrido. Mas tarde, nos dedicamos a la escalada en roca; el
miedo me invadia mientras subía, y mucho más cuando bajaba, pero pude hacerlo,
todos mis compañeros pudieron hacerlo.
El resto del dia nos dedicamos
a senderismo y canyoning. Los senderos y nacimientos eran hermosos, aunque la
señalización era algo negativo. En fin, al final del sendero llegamos al lugar
donde hicimos canyoning, fue muy difícil y debimos ser muy precisos al movernos
pero todos pudimos hacerlo, eran rocas grandes y resbalosas, con musgo y sin
musgo, incluso , pasamos una parte donde bajaba agua, tal como si fuera una
cascada, al final volvimos al parque Roca Madre, donde al preciso momento que
llegué quede dormida en carpa.
Más tarde mis compañeras me
despertaron para pasarnos a una habitación, esto pues una fuerte lluvia se
aproximaba, la lluvia fue tan fuerte que hasta la habitación se mojó.
Las actividades que habíamos
hecho y las experiencias que habíamos vivido, habían sido increíbles, estaba
muy contenta con todo y esperaba que el resto del viaje fuera así. Justo al
otro día nuestra experiencia en Roca Madre estaba próxima a terminar, solamente
faltaba otras dos actividades, las de canopy y puente tibetano. Madrugamos para
poder ir a las actividades, son actividades que me gustaron mucho.
El viaje a Morroa era un hecho,
solamente debíamos, bajar caminando tal como lo hicimos al llegar, por suerte
nuestras maletas las bajaron en un carro. No mucho tiempo después llegamos al
Morroa, a su parque central, donde nos esperaban para hacer el recorrido por el
pueblo.
El día estaba muy caluroso,
cualquier sombra se veía simplemente atractiva para sentarse a descansar, aun así
comenzamos nuestro recorrido; lo primero fue la elaboración de una hamaca, nos
mostraron paso a paso como se elaboraba; luego caminamos por el pueblo llegamos
a donde nos tenían un show preparado, baile y música hizo que el show fuera
espectacular. Lo única que me disgusto de Morroa fue su comida, pues a causa de
ello resultamos enfermos.
De aquí nos fuimos para Sampués
donde compramos artesanías, el viaje continuo hacia Montería lugar donde teníamos
una actividad preparada, pero que por culpa de falta de energía eléctrica quedo
cancelada, solamente nos quedó una parranda vallenata con la cual nos
divertimos mucho.
El viaje que seguía era muy
largo, el recorrido desde Montería a Medellín es bastante extenso además el
clima no favorecía tener un viaje tranquilo, al fin y al cabo me dormí todo el
viaje.
Estar en un bus tanto
tiempo, es muy agotador; terminas cansado y adolorido, y justamente así
llegamos a Medellín, específicamente llegamos al terminal. Allí pudimos
bañarnos. El clima en Medellín estaba espectacular, lo cual nos hizo cambiar
los ánimos, además no había mosquitos que nos molestaran. Desayunamos en el
terminal y luego fuimos al metro.
Viajamos en metro hasta que
llegamos al metro cable, era muy bonito y agradable; no lo conocíamos y nos dimos cuenta que es un medio de transporte
rápido y cómodo.
Al medio día llegamos al parque Explora, algo
muy interesante allí fueron las salas de interacción, podíamos aprender
jugando, pudimos desarrollar y usar nuestra creatividad y destrezas. Parque Explora es un lugar lleno de
cosas novedosas, espacios de interacción para aprender.
En la noche se llegó el
momento para volver a Pereira, dejar Medellín fue triste de alguna forma, pues
disfrute mucho de esa hermosa ciudad, de su gente carismática y amable. Nuestro
bus, el mismo en el que llegamos nos decepcionó otra vez: una hora y media fue necesario
esperar para que llegara. Aparte de todos los problemas que tuvimos con el bus,
este inconveniente pasaba los límites e hizo que surgieran discusiones con el
conductor. La situación se calmó y nos fuimos a Pereira y en el trayecto
celebramos el cumpleaños de un compañero, bastante curiosa esa celebración.
Fue una salida de campo
inolvidable, pasaron muchas cosas, malas y buenas, las buenas las disfrutamos y
las malas les sacamos su parte buena y la volvimos una mejor experiencia, cada uno adoptaba una posición alegre y
positiva frente a las cosas, esta salida nos dejó muchas enseñanzas, ahora
nuestro grupo es más unido. En lo personal me enseño que cuando uno se propone
cosas que piensas que son imposibles de realizar, con esfuerzo, dedicación, no
dejándose vencer por los obstáculos, o el cansancio excesivo se pueden lograr, soportando
golpes, tropiezos, caídas para volverme
a levantar; todo esto me enseño que soy más fuerte de lo que me imaginaba, y
que yo y todos los que se lo propongan pueden hacer cualquier cosa si cada uno pone de su parte y
gritan, lo más importante de todo es mantener ARRIBA LOS ÁNIMOS!
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